Cuadernos
Y es que casi siempre me da esa agonía de recopilarlo todo.
Como si ese pasado aún me definiera.
Y sé que no sería lo que soy sin él.
Pero me he comprado un nuevo cuaderno para ver lo que soy ahora.
Y ahí me he visto.
Pensando en empezar con viejos textos de otra Ana.
He intentado mil caminos y probado mil técnicas.
Pero acabo de caer en la cuenta.
No estaba preparada.
Solo me preocupaba coger mi propio sufrimiento y transformarlo en algo conmovedor.
Precisamente, esa desesperada ambición me lleva a no tener nada.
Excepto muchas bolas de papel y alguna que otra
lágrima de más.
Y esperando a que se seque el suelo
en una cafetería del barrio de Chueca
comienzo mi nuevo cuaderno.
Tengo mucho que decir.
Comentarios
Publicar un comentario