Mi diamante. Tengo un cajón llenos de palabras para ti. De mariposas. De cosas que nunca dije. De cosas que nunca diré. Lleno de besos y abrazos pendientes. Lleno de tu olor. Pero hoy tengo algo para ti. Tengo un 'te extraño' que quiere salir. Te echo de menos. Básicamente porque alguien como tu siempre debería estar. Estar de más. Estar. No como yo no lo estoy. No como tú dejaste de estarlo. Te echaba de menos. Comprendí el significado de una ausencia demasiado pronto. Cuando aún ni procedía. Cuando me aferraba a tu bufanda implorando que nunca nada nos separase. Y luego te eché aún más de menos. Cuando confundía el frío de la Navidad con tu ausencia. Cuando mi cerebro entendió que tu voz era su música. Y que te prefería a ti al silencio. Te dejé marchar medio conforme, para ver si aprendías a sonreír. Y vivo tranquila porque sé que lo conseguiste. Como hija; como hija me costó entender muchas cosas. Era un instinto egoísta que exige la calma y el calor qu...
Tuvo que abrir la ventana de par en par para no asfixiarse con su propio mensaje. Los finales nunca habían sido lo suyo y cada atardecer buscaba el bailar de sus dedos con la ayuda de la brisa. Por si era lo último que hacía. No es lo mismo morir miércoles que domingo. '''Anoche a mi corazón le pareció apropiado pensar en ti, como una opción, como una posibilidad, en un potencial retorno.''' A veces, y solo a veces, no sabe diferenciar el bien del mal. Correcto e incorrecto. De vez en cuando no sabe diferenciar lo que merece la pena y lo que no. Quien merece la pena y quien no. Qué lo mata y le da la vida. Qué lo mata y le da la vida. No sabe diferenciar. A ratos no sabe diferenciar cuando es por ella o por alguien más. Cuando cruzar la línea y cuando no. Qué debe permitirse y qué no. '''Lloro al recordar lo que un día fue estar entre tus brazos. Cuando estar entre ellos era la cima. Era paz. Era calma. Era ...
... A veces siento que te debo cosas. Te debo miradas que sólo tú entendías. Que dicen "Sé que me entiendes". Te debo una caña o dos. O las que hagan falta para cubrir el tiempo que nos llevaría la conversación que nunca nos permitimos. Que enterramos en vida. Te debo algún que otro "Lo siento". Aunque no sé exactamente qué es lo que siento. Que nos diera miedo quizá. Siento que mi valentía no fuera valiente. Que no fuera sufieciente para contrarrestar tu cobardía. O viceversa. Pero el tiempo es lo que tiene. Que pasa y pasa. Y llega ese incómodo punto, sin comas, en el que sólo queda la opción de decir "Ya es tarde". A veces corro con el ansia de comprobar, que nada ha cambiado. Que los bares y la gente siguen ahí. Las canciones siguen sonando, y algunas miradas siguen brillando. Y yo estoy ahí para verlo. Si te pone los pelos de punta, cierra los ojos. Si te hace temblar cierra los ojos. Cierra los ojos en cualquier caso...
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