"La manía de gritar hacia adentro no cuenta como terapia. Es tu debilidad la que alimentas relegando en otras manos la decisión acerca de la distancia entre el nudo en tu garganta y el dedo que quiere recorrer tu espalda."



Me convertí en miedo el día que te dejé entrar en mi vida.
Me convertí en todo aquello que jamás pensé. Por ti disfracé mi grisácea sonrisa de todos los colores. Y bailé.

Y bailé hasta que mis pies sangraron de placer. Hasta que todas mis intolerancias fueron evaporadas. Todos los ascos. Todas las manías. Y se nos cayó la piel. Como a la más experta de las serpientes. Un renacer de las cenizas, para enfrentar la nueva mirada.

Y sigo buscando sin éxito alguno, realismo que te pueda describir. Y sigo abandonando los locales más cutres como el que busca un tesoro. Como el que huye de un pirata. Desprendiéndome de viejos olores. Aireando los recuerdos arrugados que se me pegan a la piel mientras duermo. Porque a veces, el mayor enemigo se esconde en el pasado. Entre recuerdos. Y te llama en sueños. Y se instala en tus pupilas nublando la realidad más bonita de todos los tiempos. Pero qué difícil se hace luchar con sentimientos que ya no escuecen pero que de vez en cuando hacen cosquillas. Porque  siempre habrá algún punto del camino que sea irreparable.

El problema es que a veces se nos olvida llamar a la puerta. O se nos olvida preguntar quién llama. O qué se ofrece. Y acabamos de lleno en casas sin salida. Mendigando nuestro sitio en los rincones más sucios. En los huecos más llenos de mierda. Jugando en un tablero sin estrategia que valga. Dependiendo simplemente de lo que un sucio dado diga. 

Pero esta última vez, las señales acabaron por llevarme al lugar menos indicado. Las muy embusteras. Y me puse bien cómoda en el sofá más gris del mundo. 

Y qué de flores cuando nos creemos TODO, menos lo que siempre hemos creído!

Pero tu me juzgas desde tu clavo ardiendo. Y al final, cuando mi locura te desborde, solo podrás centrar tu atención en el dolor que yace sollozando en la palma de tus manos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Abismos

Retales